novia y novio besándose con paraguas y lluvia

Postboda en Rocadragón

Para mí lo más importante es que vuestro reportaje sea COMO MÍNIMO tal y como deseáis (siempre intento y espero sorprenderos). Si para conseguirlo hay que hacer mil kilómetros en un día, en el que todos los partes meteorológicos auguran lluvias torrenciales, para que tengáis el postboda épico en Rocadragón que tanto tiempo lleva rondandoos la cabeza, pues nada, se hacen, con mucho gusto, y ya está 😁

 

Ana y Jordi, desde que vieron el primer capítulo de la sexta temporada de Juego de Tronos, tenían muy claro que querían hacer su postboda en San Juan de Gaztelugatxe, un islote de la localidad vizcaína de Bermeo, que había sido elegido como la localización principal para representar Rocadragón, isla donde se encuentra la fortaleza ancestral de la Casa Targaryen en la saga «Canción de Hielo y Fuego« de George R. R. Martin. Aunque bueno… se podría decir que todo fue idea de Ana y que Jordi es un marido maravilloso capaz de hacer cualquier cosa por ella... 😍

 

Además de que la localización para el postboda tenía que ser sí o sí Rocadragón, Ana tenía muy claro que en las fotografías de dicha sesión ella tenía que llevar una preciosa capa de terciopelo blanco o rojo burdeos. Durante dos meses Ana estuvo buscando por todas partes una de estas capas, pero únicamente encontró capas para disfraces, que más que de terciopelo eran de «ciertopelo», y se notaba desde lejos la poca calidad de las mismas. Un mes antes del postboda hablé con Ana para ver si todo estaba listo y para fijar la fecha definitiva. Fue cuando Ana me contó la odisea de su búsqueda fallida y cuando entendí que dicha capa no era sólo un deseo para ella, sino algo totalmente necesario que no podríamos simplemente obviar. De una forma o de otra tenía que conseguir que sus fotos fuesen exactamente como ella quería, y fue en ese momento cuando me vino una idea a la cabeza. Desde hacía años seguía el trabajo de El Costurero Real, una empresa muy crack especializada en la confección y venta de vestidos medievales y capas. Rápidamente encontré entre los cientos de artículos de su tienda on-line las dos capas, tanto la blanca como la roja burdeos. Por lo que pude ver en las fotografías de ejemplo supe inmediatamente que estas capas sí que tenían la calidad que buscábamos. Contacté con El Costurero Real y todo lo demás es historia. Desde el primer momento me facilitaron la capa de los sueños de Ana, y no una, sino las dos, ¡la blanca y la roja burdeos!

 

Aunque el problema que preocupaba a Ana ya estaba resuelto, he de reconocer que me encanta dar sorpresas… y tuve que hacer sufrir un poquito a Ana para darle una sorpresa enorme. Cuando las chicas de «El Costurero Real» me confirmaron que nos facilitarían las capas le dije a Ana que no se preocupase, que se me había «ocurrido una idea», pero no le dije que había conseguido las mejores capas que podría imaginar… Únicamente le dije que no se preocupase ya. De hecho, una parte de mí quiso enviarle una fotografía de un trozo de moqueta roja que me había encontrado en un contenedor mientras montaba la feria de Salamanca Nupcial, con el texto «¡SOLUCIONADO!», pero creo que eso ya hubiese sido demasiado cruel… 😂 Finalmente las capas llegaron a primera hora del mismo día de la sesión de postboda, así que fuimos a recoger «una cosa» antes de emprender rumbo a San Juan de Gaztelugatxe. La cara de Ana al abrir el paquete que contenía las dos capas no tiene precio ni puede describirse… pero es precisamente POR ESA CARA por lo que hago lo que hago y lo hago como lo hago.

 

Hacer fotos es muy fácil, y cualquier persona puede hacerlas, pero yo no hago fotos, ni soy «el fotógrafo», soy Dave, uno más para Ana y para Jordi, uno más para vosotros y para todos los vuestros, porque sólo así se consiguen fotografías que no sólo parecen de boda, sino que realmente lo son. Por eso siempre haré todo lo que esté en mis manos para hacer feliz a las personas que deciden confiar en mí para guardar los recuerdos de uno de los días más importantes de sus vidas. Ahora, Ana y Jordi, no sólo tienen todo el día de su boda resumido en fotografías que les harán emocionarse y partirse de risa, y su postboda no sólo es como querían, sino mucho más, porque a las fotografías épicas en Rocadragón hay que sumarle una divertida anécdota, una gran sorpresa y un deseo cumplido.

 

Dave Casanova

 

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