post boda salamanca naturalieza campo

Unicornios, vacas, una piña y un postboda en El Cuartón de Inés Luna

Siempre recordaré a Berta y su postboda en el Cuartón de Inés Luna. Mi primer contacto con ella fue hace años. Me escribió un maravilloso mail que aún recuerdo, presentándose (que oye, no cuesta nada y se queda muy bien), diciéndome que lo mucho que le gustaba mi filosofía y mi forma de ver la fotografía de boda y, aunque aún no tenía clara la fecha de su boda, pidiéndome más información de mi forma de trabajar y mis servicios de fotografía de boda. Sí, por aquel entonces toda mi información y mis precios no estaban publicados en la web como ahora. Por desgracia, para ambos, hay veces que los planetas no se alinean correctamente y, finalmente, no pude verla de blanco el día de su boda.

Poco más de un año después pudimos conocernos en persona. Coincidimos en una feria de boda y hablando nos dimos cuenta de que ambos teníamos la misma espinita clavada. Teníamos que extraerla de una forma u otra, ¡y eso hicimos!

Obviamente, meses después de su boda, ya poco podíamos hacer de cara a dicho día. Aún así, y por primera vez para mí, decidimos hacer una sesión de postboda con una única protagonista. Ella.

El postboda fue en el cuartón de Inés Luna, lugar en el que se celebró originalmente la boda. Berta se preparó de una vez más en la misma habitación en la que lo hizo antes de ir al altar en su boda. Como podéis ver este postboda empezó justo en ese momento. No se trataba sólo de tener fotografías bonitas con su increíble vestido de Marta Ferrao, sino de que tuviese incluso fotografías de su preparación. Aún así, poco tardamos en irnos a jugar a la naturaleza, rodeados de encinas, vacas, un cielo post-apocalíptico y alguna que otra piña.

 

0 Comments
Share Post
Dave Casanova
No Comments

Post a Comment